En asocio con el arquitecto Cesar A. Saldarriaga, y la colaboración del arq. Camilo Mora y la arq. Zully N. López.

Este concurso fue convocado por La Alcaldía de la ciudad de Pasto, capital del departamento de Nariño, al sur- occidente de Colombia.

En la búsqueda de la recualificación urbano-paisajística del centro de la ciudad de Pasto, y en concordancia con el nuevo modelo de ciudad que se quiere implementar desde el Plan de Ordenamiento Territorial, la propuesta para el nuevo parque Rumipamba integra diferentes estrategias de intervención en torno a cinco ámbitos principales: Habitabilidad Urbana, Identidad y Patrimonio, Gestión Ecológica de los Recursos, Movilidad y Accesibilida, y Diversidad de usos en el espacio urbano.

A partir de dicha estructura conceptual se plantea el parque y su entorno directo, como un espacio de encuentro para la ciudad que no solo incrementa el área de espacio público para el disfrute ciudadano, sino que además potencia la identidad pastusa a partir de las trazas y hechos históricos marcados en su espacio urbano, respondiendo activamente al contexto socio-cultural y climático de esta urbe y generando un nuevo escenario donde el ciudadano, el verde urbano y la memoria se entrelazan.

La propuesta urbana articula bajo la misma base conceptual la intervención del nuevo Parque Rumipamba (Etapa 1), la generación de un bulevar sobre la Calle 16 (Etapa 2), así como la intervención de las manzanas #26 y #27 del costado oriental del área de intervención (Etapa 3). La Manzana #26 se plantea como un nuevo núcleo de equipamiento público a partir de la construcción de la nueva sede de la Alcaldía de Pasto y la reutilización de los 2 edificios con protección patrimonial a usos dotacionales (protección nivel 2: conservación del tipo arquitectónico).

En la Manzana #27 por otra parte, se plantea una composición arquitectónica de usos y alturas variadas, conformada por un basamento continuo con usos comerciales y de servicios de 2 a 3 niveles y tras un retranqueo, en el cuerpo de la edificación se desarrollan desde 1 a 8 pisos adicionales con usos residenciales o de servicios (max. 12 pisos en total). Se plantea además un esquema flexible de ejecución, donde a partir de la integración progresiva de predios se facilite el proceso de renovación y se favorezca la consecución de un desarrollo heterogéneo que aporte a la diversidad del paisaje urbano.

De esta manera, las tres intervenciones planteadas se unen para conformar una nueva pieza de ciudad con un perfil urbano acorde a la escala centro histórico y que integra edificaciones de usos institucionales y mixtos con espacios públicos complementarios.